Traducción: MaCriTeS
La
acondroplasia (ACH) es la forma más común de enanismo, con el surgimiento de un
caso para entre 15 mil y 25 mil nacimientos, dependiendo de la población
estudiada. En los Estados Unidos de América, se calcula que surgen 200 nuevos
casos por año. Actualmente, se calcula que existan aproximadamente 25 mil niños
afectados en los EUA y en Europa Occidental.
La ACH es causada
por una mutación (cambio) simple en la secuencia del
gen que codifica (lleva consigo las informaciones
químicas necesarias para producir) la proteína conocida como receptor del factor de crecimiento
del fibroblasto del tipo 3 (FGFR3). Este error en el gen causa la expresión (producción) de un FGFR3 hiperactivo,
lo que a su vez conduce a una significativa reducción de la velocidad del
crecimiento en los huesos largos.
Pero, ¿cómo sucede
esta reducción de la velocidad?
Durante la
infancia los huesos se alargan a través de un proceso muy bien organizado, en
el cual un modelo hecho de cartílago es preparado, substituido a continuación
por tejido óseo.
Para permitir un ritmo de crecimiento óseo apropiado, las células de la placa cartilaginosa de crecimiento, a las cuales llamamos condrocitos, siguen un programa bastante complejo y controlado, gobernado por la presencia, o la ausencia, de decenas de diferentes proteínas y de otros componentes que ellas producen o que provienen del vecindario. La interacción entre estas moléculas determina la tasa de proliferación (multiplicación) de los condrocitos y su preparación para ser sustituidas por células de hueso (los investigadores dan a eso el nombre de hipertrofia, un proceso de maduración celular).
Este sistema funciona como una sinfonía de Mozart: una proteína (o molécula) interactúa con otras derivando en una cascada de eventos celulares. Algunos de ellos irán a acelerar la proliferación y la hipertrofia, mientras que otros causarán efecto inverso. Cuando todos los instrumentos tocan en armonía, nosotros escuchamos una pieza musical maravillosa, los huesos crecen normalmente. Si uno de los instrumentos no mantiene el tono, nos damos cuenta fácilmente que la música perdió la magia. En el cartílago, el papel natural del FGFR3 es el de reducir la velocidad con la cual los condrocitos se proliferan. En la ACH, el FGFR3 está tocando demasiado. Debido a eso, los condrocitos no pueden seguir el programa planificado y el resultado final es que la persona afectada no conseguirá crecer tanto cuanto podría hacerlo.
La mutación G1138A
produce el FGFR3 G380R
Veamos un poco más
sobre la mutación. Como usted recordará, nosotros llevamos dos copias de todos
los genes en nuestro código genético (DNA). Una persona solamente necesita
tener una copia mutante del gen FGFR3 para ser afectada por la ACH. Esto es lo
que nosotros llamamos una mutación dominante. El gen mutante “manda” al gen normal.
Los genes son como
manuales de instrucción para la producción de proteínas, las moléculas que
gobiernan todos los aspectos de la vida. Los genes son hechos de secuencias
determinadas de moléculas, a las cuales llamamos nucleótidos, (adenina (A), guanina (G), timina (T)
y citosina (C)). Las proteínas son hechas de aminoácidos
encajados dentro de una secuencia que obedece a la información contenida dentro
del gen. Si el gen sufre una mutación (un nucleótido es cambiado por otro), la
proteína resultante se encuentra directamente afectada.
Es relevante verse
que la mayoría de las personas con ACH tienen la misma mutación en el gen FGFR3: una adenina (A) en
lugar de una guanina (G) en la posición 1138 de la secuencia
del gen. En este caso, cuando la enzima FGFR3 es producida, ese cambio
causa la sustitución de un aminoácido, glicina
(G), por una arginina (R) en la posición 380 de la cadena
de la proteína.
Diciéndolo de esta
manera, podemos hacer que parezca que la situación es simple, pero las consecuencias
no lo son. Con la arginina en lugar de la glicina, el FGFR3 adopta una
conformación diferente (él se dobla de una manera diferente), de esa manera
exponiendo ciertas partes de una de sus extremidades que reaccionan más a otras
moléculas celulares. Como la acción natural del FGFR3 es la de reducir la
velocidad del automóvil, si él funciona mejor, habrá la tendencia de parar el
automóvil.
La casa del FGFR3
El FGFR3 no
permanece simplemente fluctuando en el interior de la célula. Él tiene una dirección
conocida, la membrana celular del condrocito, donde permanece posicionado de
modo que una extremidad permanece expuesta fuera de la célula y la otra, dentro
de la célula. De esta manera, podemos entender al FGFR3 como si se tratara de
una especie de canal de comunicación entre el ambiente y la célula. La parte
externa del FGFR3 es como un puerto, si bien que un puerto bastante específico.
Él permitirá solamente que factores de crecimiento del fibroblasto (FGFs)
se acoplen. Es cuando un FGF se une a la parte externa, que el FGFR3 ejercerá
sus acciones. La maniobra de acoplamiento conduce a cambios dentro de la
estructura del receptor y expone aquellas partes activas en la extremidad
interna, finalmente llevando a la cascada de reacciones celulares que impedirán
la proliferación de condrocitos.
Otros jugadores
Como ya fue
descrito anteriormente, el FGFR3 trabaja como arreglando otras proteínas.
Mientras el FGFR3 es un freno en el cartílago de crecimiento, otros jugadores
trabajan como aceleradores. Dos de esos agentes merecen ser citados porque las
acciones que ejercen pueden fornecer ideas para alguien que piensa en
soluciones terapéuticas para la ACH.
El primero de
ellos es el Péptido
Natriurético del tipo C (CNP). El CNP es un agente positivo
natural en la placa de crecimiento, afectando la expansión de la zona
hipertrófica. El CNP es liberado dentro de la placa de crecimiento,
teniendo una acción local. Estudios demostraron que él trabaja reduciendo la
activación de algunas proteínas de la cascada del FGFR3, consecuentemente el
CNP contrabalancea parte de las acciones del FGFR3. Investigadores
identificaron que mutaciones que conducen hacia una superactivación del
receptor de CNP desembocan en un súper-crecimiento. Algunos cambios mínimos en
el mismo receptor han sido mencionados como la razón para la altura
extraordinaria de los adultos de algunos países del norte de Europa.
El Segundo jugador es
una proteína conocida como Proteína relacionada con la Paratohormona o PTHrP.
Como el nombre ya lo dice, se trata de una proteína que presenta una gran homología (semejanza) con
la hormona producida por la glándula paratiroides. Ellas también comparten el
mismo receptor celular, lo que significa que si ambas moléculas se acoplan en
el mismo receptor es bastante probable que produzcan el mismo efecto al
hacerlo. Sin embargo, mientras la PTH trabaja a través de la corriente
sanguínea, la PTHrP es una molécula local, que actúa en el interior de la placa
de crecimiento. La acción principal acción del PTHrP es mantener a los
condrocitos proliferando, teniendo de esta manera un efecto opuesto al del
FGFR3. Es importante realzar que la PTHrP funciona independientemente del
estado del FGFR3, normal o mutante. Cuando trabaja excesivamente debido a una
mutación, el PTHrP provoca otro tipo de displasia ósea muy rara, denominada
Condrodisplasia Metafisaria de Jansen. Si el PTHrP está ausente, el crecimiento
óseo, también estará comprometido.
En el próximo
artículo, comenzaremos a ver el mundo real. Cuáles son los desafíos que
necesitan ser vencidos, donde están las oportunidades. Qué es lo que ya se
encuentra sobre la mesa, y que es lo que todavía espera ser explorado.
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